los borgia de gandia
Palau Ducal Gandia
Historia
El Palau Ducal dels Borja de Gandia es uno de los monumentos más importantes y emblemáticos de la Comunidad Valenciana, un majestuoso edificio que combina historia, arte y arquitectura en un espacio que ha sido testigo de algunos de los episodios más significativos de la historia de España.
Situado en el corazón de Gandia, el Palau Ducal fue construido en el siglo XIV por los duques reales de la Corona de Aragón, aunque su mayor esplendor llegó en el siglo XV, cuando fue adquirido por la influyente familia Borja (Borgia en italiano), de la cual provienen figuras tan destacadas como el papa Alejandro VI y San Francisco de Borja. Este último, el cuarto duque de Gandia, es una figura clave en la historia del palacio y de la ciudad, y su legado sigue presente en cada rincón del edificio.
El Palau Ducal dels Borja es un ejemplo sobresaliente de la arquitectura gótica civil valenciana, aunque también incorpora elementos renacentistas y barrocos que reflejan las diversas reformas y ampliaciones realizadas a lo largo de los siglos. Su fachada, sobria y elegante, es solo un preámbulo de la riqueza que se encuentra en su interior, donde se pueden apreciar detalles arquitectónicos y decorativos de gran valor histórico y artístico.
Sala de la Corona
Uno de los espacios más destacados del palacio es la Sala de la Corona, donde los duques celebraban ceremonias oficiales y recibían a sus invitados. Esta sala, de gran tamaño y con un impresionante techo de madera artesonado, es un claro ejemplo del poder y la influencia que la familia Borja tenía en su época. También es notable la Galería Dorada, una obra maestra del barroco valenciano que destaca por su lujosa decoración con estucos dorados, frescos y esculturas que representan escenas mitológicas y alegóricas.
Capilla privada
El Palau Ducal también alberga la Capilla Privada, un espacio íntimo y devocional donde San Francisco de Borja solía rezar. Esta capilla es un reflejo del profundo sentido religioso de la familia, y su diseño combina la austeridad gótica con elementos decorativos propios del renacimiento.
Salón de las Águilas
Otro punto de interés es el Salón de las Águilas, que debe su nombre a las águilas bicéfalas que decoran su techo y que simbolizan el poder y la nobleza de la casa Borja. Este salón, que durante siglos ha sido testigo de importantes reuniones y decisiones, conserva aún el ambiente señorial de la época.